Review Titans: Faux-Hawk

Review Titans: Faux-Hawk

Creo que dos palabras que asoman en mi mente cada vez que pasa otra semana más y queda menos de Titans es decepción, y la otra alivio. Decepción, porque esperaba bastante más de esta segunda temporada con todas las cosas que nos habían introducido este año; y alivio porque ya se acaba la próxima semana. Es triste sentir estas cosas con una serie que tiene tanta calidad, que nos ofrece momentos de alto nivel, y que tiene potencial para hacer las cosas mucho mejor de lo que lo han hecho este año. No tengo ninguna duda de que la Season Finale será emocionante y no apta para cardíacos (o eso espero), pero no va a servir para maquillar un segundo año bastante regular (e irregular) de Titans en televisión.

Podemos ir por partes, porque el episodio ha dividido, de nuevo, los acontecimientos por personaje, así que me facilita la labor de cara a hablar de cada uno de los Titanes.

Uno que ha aportado nada y menos esta semana es Gar. Sabíamos que Cadmus le había sometido a una serie de experimentos para tenerle controlado, que ya estaba completamente bajo su control, y que el encontrarse de nuevo con los suyos, y en concreto con Rachel, iba a desencadenar algún que otro momento complicado. Otra vez vemos lo mismo: Cadmus experimentando con él, Gar sometido, y nos dejan con la miel en los labios de cara al encuentro definitivo que, ahora sí, será la semana que viene, más que nada porque se acaba la temporada ya. Sinceramente, mejor que le hubieran obviado en este episodio, porque no ha añadido nada más que no supiéramos ya.

Dick es otro que tampoco ha tenido mucha participación, aunque algo más relevante que Gar sí ha sido, y también nos ha dejado con ganas de ver la Season Finale. En sus pocas escenas, tiene de nuevo una conversación con la madre de Jericho que, esta vez sí, es más honesta y no está condicionada por tener a Slade en la habitación de al lado, y le encomienda una misión: salvar a su hijo, al que vemos ya a las claras, en esa especie de prisión mental en la que comparte espacio con su padre, y no precisamente son unas vacaciones idílicas, la verdad. La pregunta es: ¿cómo van a salvarle? Vemos cómo su esencia pasa de su cuerpo moribundo a Slade en esa escena que vimos en el 2×08, porque realmente la única opción de salvarle que se me ocurre es que pasara a otro cuerpo y dejara el de su padre, pero para eso necesitarían un anfitrión. Y otra de las cosas que nos mostrarán la semana que viene es el nuevo traje de justiciero de Dick, que no podemos ver en este capítulo, pero que apunta a ser un trabajo de alta factura.

Las chicas han tenido también una participación moderada, la verdad. Rachel y Kory han intercambiado un par de opiniones al respecto de la otra, y hemos visto que los problemas de la tamariana para usar sus poderes siguen estando ahí, algo que supongo que será un bloqueo mental, tras toda la movida con su familia y la toma del control de su planeta natal por parte de su hermana. Rachel se ha disculpado con ella sobre que se la suda lo que pasa en su planeta, pero yo no tengo por qué disculparme: no me la puede sudar más la trama de Kory, porque en ningún momento se han molestado en que tenga impacto sobre la principal, así que, como apunta a problema para la próxima entrega, pues pasando. Respecto a Donna y Dawn, han averiguado exactamente qué había pasado con Conner y Gar… y ya está,  porque salvo dejarnos una escena con el lazo interrogando a ese pobre incauto de Cadmus, no las hemos visto más. Lo único relevante es que descubren que Gar tiene un chip en el cerebro que le controla. Más allá de eso, son escenas que no voy a decir que sobren, pero que tampoco aportan demasiado.

Los que más importancia han tenido dentro del episodio han sido Hank y Rose/Jason. Sobre el primero, le vemos seguir tocando fondo, drogado de nuevo y combatiendo en un tugurio de mala muerte por pasta, dejándose llevar por sus instintos más básicos y siendo capaz de vender su traje de Hawk y no acordarse de ello. Hemos visto la evolución del personaje de Dick hacia lo que va a convertirse, pero con Hank no hemos tenido esos pasos tras su discusión con Dawn, hemos ido directamente a la fase autodestructiva, y no sé si queda algo precipitado o me acaba de convencer. Solo espero que su escena final y las que la preceden sean una «wake-up call» definitiva y espabile de una vez y vaya a ayudar a sus amigos en la Season Finale.

Los señores guionistas han tenido a bien creer que en el penúltimo episodio de la temporada era el momento más adecuado de enchufarnos más tralla a base de flashbacks sobre el pasado de Rose y su conexión con Slade y por qué le ayudaba. Pues, a ver, creo que no es el momento, sobre todo porque lleváis hinchándonos a escenas del pasado casi toda la temporada. Es más, la actual entrega es, básicamente, la consecuencia directa de los acontecimientos de hace cinco años, y apenas han explorado el presente, porque han estado centrados en todo lo que pasó tiempo atrás. Yo me identifico con Jason, que está hasta las narices de unos y de otros, y que manda a esparragar a Rose tras contarle la verdad, porque ya está bien oye. Ya vale de mentiras y engaños, y ya vale de darle vueltas al pasado y perder tiempo. A pastar todos. Lo único bueno de toda la parte de Rose y Jason es el traje de ella cuando entrenaba con su padre, que me ha parecido una pasada.

Creo haber dejado clara mi postura durante esta temporada de reviews. Titans es una serie que podría aspirar a mucho más, que nos ha dejado momentos muy buenos, pero que se ha perdido en un mar de momentos pasados que, sí, son necesarios para entender el presente, pero que han consumido la acción actual. Además, nos han encasquetado episodio sí, episodio también esos momentos, sin orden ni concierto y como creían ellos conveniente, haciendo que muchas tramas y personajes pasen a ser irrelevantes o que no les demos importancia, y así hasta llegar a la Season Finale de la semana que viene, en la que no dudo que tendremos grandes momentos y acción a raudales, pero que no me parece la opción más adecuada tras un desarrollo algo irregular y confuso. Nos vemos la semana que viene.