Review Arrow: Inheritance

Review Arrow: Inheritance

Gira y gira la rueda sin parar, hasta que, de una forma u otra, sí se para. O dicho de otra forma: hemos tenido nuevo giro en Arrow. La pregunta es si tanto giro acabará por marear al personal, o se convertirá en algo potente para su temporada final, y antes para el desenlace de la actual, claro. Vamos con lo visto en el episodio de hoy.

El giro lo protagoniza Emiko. No sabíamos hasta qué punto la hermanastra de Oliver estaba comprometida, es decir, si realmente podíamos confiar en ella, o su relación con Dante la convertía en una enemiga del Team Arrow. A decir verdad, tras mostrarnos que ella y el que se suponía iba a ser el principal rival de aquí a la conclusión de la actual entrega se conocían, creo que no había mucho margen a pensar que en realidad ella estaba infiltrada en la organización de él y quería derrocarla, como inocentemente ha pensado Oliver durante el episodio.

Y si alguien tenía dudas, el comienzo del episodio con Emiko hiriendo a Laurel ya nos daba alguna pista de por dónde iban las flechas los tiros. Además, se ha encargado de desprestigiar a la actual fiscal del distrito, hasta el punto de ver cómo su cargo está en riesgo, y puede que acabe forzando la dimisión de la hasta hace poco Black Siren. Lo triste de todo esto (o realmente no), es que nadie la creía cuando advierte a Oliver sobre su hermanastra, y cuando Dinah cree que ha acabado con el líder del grupo criminal ante el que se enfrenta en la sala de interrogatorios. Creo que, aunque su relación con Felicity haya mejorado notablemente durante el transcurso de la temporada, los responsables de la serie no han sabido transmitir si realmente estaba en buenos términos con el resto del Team Arrow, que no compra su versión de los hechos. Siempre me ha dado la sensación con este personaje que no sabían muy bien qué hacer exactamente con ella, y ahora, tenemos un nuevo tumbo en su desarrollo. Veremos hacia dónde gira el tema.

Hoy no ha habido futuro, ha habido presente y pasado. Todo sobre Emiko. Hemos visto su escasa (por no decir inexistente) relación con Robert, su padre y el de Oliver, y cómo terminó abrazando las enseñanzas de Dante. Realmente, los fragmentos del pasado no me daban la sensación de aportar nada más allá de que Emiko estaba enfadada con su padre y que confió en su día en el criminal que persigue en la actualidad en Team Arrow, hasta que llega el momento que cierra el episodio, y nos muestran que Emiko fue la que preparó el accidente del Queen’s Gambit. Mi memoria es buena, pero quizá no tanto, porque no recuerdo si en algún momento se llegó a indagar sobre los motivos del accidente del barco de los Queen, o si ya le atribuyeron el accidente a otro villano de la serie. Si no es así y eso quedó aparcado, me parece una buena estrategia para darle empaque a Emiko como la villana de aquí a lo que resta de temporada, y quién sabe si está detrás de la destrucción de Star City como la conocemos, y como se nos muestra en los flashforwards.

Porque sí, Emiko ha pasado a ser la principal rival del Team Arrow. No solo estaba conchabada con Dante, sino que lidera la organización de la que él es miembro, el Noveno Círculo. Esto quizá es lo que más me ha sorprendido de todo el episodio, incluso más que la revelación de que ella destruyó el barco de los Queen (que, seamos sinceros, tras el fragmento del pasado de Robert y ella en la cafetería ,se veía venir). No porque albergara alguna esperanza de que estuviera subyugada por Dante y le obligara a cumplir sus mandatos, como inocentemente pudo pensar Oliver durante el capítulo, sino porque no me imaginaba que giraran la cosa hacia que la hermanastra de nuestro protagonista fuera la asesina. Quizá es el gen heteropatriarcal que tengo en mi interior, que no ve posible que una mujer pueda ser una villana como toca. Pero no, ese gen estúpido se equivoca; claro que Arrow puede tener una villana. De hecho, entre muchos fans, pedían una rival para Oliver ya tiempo atrás. Que hayan escogido a Emiko me parece bien, y creo que tiene motivos para ello. Hemos presenciado los orígenes de este personaje, el porqué hace lo que hace en la actualidad, y creo que han sabido jugar al despiste bien durante esta temporada, haciéndonos creer que podía llegar a ser una aliada para el Team Arrow, cuando, en realidad, estaban preparando el terreno para que pasara a ser la enemiga de la recta final de esta séptima temporada. Falta ver si será capaz de llegar a la altura de los mejores rivales de Arrow, que para mí son Deathstroke, Malcolm y Prometheus, que compartían un rasgo: su relación personal con Oliver, que es algo que Emiko también tiene.

Por último, me queda romper una flecha lanza en favor de nuestro protagonista, que ha pecado de inocente, como bien he indicado un par de veces durante la review. Tras todo lo que ha vivido, tras todo lo que ha presenciado, tras todo lo que sus compañeros y familia han tenido que pasar, cómo puede ser, que ante las primeras señales de que Emiko podía estar en el bando rival, le continúe dando votos de confianza. John vuelve a ejercer de consejero y fiel escudero, y ya le avisa de que hay veces que no hay vuelta atrás, pero él, cabezón como habitúa, sigue empeñado en que no, que aún puede redimirse. Oliver, deberías haber sido más listo. Le compro que quisiera darle una oportunidad para explicarse, pero tras colarte la primera mentira, no puedes seguir empeñado en creer que ella es buena. Y sobre lo de redimir a su familia acogiéndola ahora, sinceramente, creo que Oliver ha redimido el nombre de los Queen durante todos estos años con su misión como Green Arrow; no es responsable de los errores de su padre, y mucho menos viendo que Emiko no tiene salvación posible.

Nos vamos de parón hasta el 15 de abril, por lo que serán dos semanas sin episodios ni reviews. Eso sí, tras la vuelta de la ficción, no nos detendremos hasta la conclusión de la temporada. Nos vemos en tres semanas.