300 episodios de Supernatural!!

300 episodios de Supernatural!!

300 episodios de Supernatural, Lebanon dirigido por Robert Singer con el guión de Andrew Dabb y Meredith Glynn hace el tricentésimo episodio de la serie. Parece mentira que   haya durado tanto. Quienes la seguíamos hace más de una década creíamos que era imposible alargar esta serie, pero lo han hecho y aunque haya tantos puntos negativos como positivos, creo que estoy contenta con el hecho de continuar considerando a Sam y Dean una cita ineludible cada semana.

Somos muchos quienes adoramos las primeras cinco temporadas de la serie, después cambió el responsable principal de los guiones, Eric kripke, y la serie cambió.  Tras su marcha  varió notablemente y perdió calidad, pero con el paso de los años se ha ido instalando en una posición cómoda para los espectadores y aunque no rebose calidad, sí que rebosa en entretenimiento y es capaz de darnos esos 45 minutos de diversión asegurada semana tras semana. Después de resolver el apocalipsis, primero provocándolo y luego evitándolo, parecía que cualquier problema al que se enfrentasen los Winchester iba a sabernos a poco. Y quizás fue así, fundamentalmente en las primeras temporadas tras la marcha de Kripke, pero poco a poco, con el paso de los años, la serie ha ido encontrando un lugar en el que se desenvuelve a la perfección, los hermanos siguen enfrentándose a problemas de dimensiones catastróficas, salvando el mundo una y otra vez. Es más, nos vuelven a plantar el mismo conflicto de arcángeles que nos encantó en la quinta temporada, lo hacen con peores episodios y con tramas menos trabajadas y aun así no sigue pareciendo una solución satisfactoria.

A estas alturas me pasa con supernatural algo muy similar a lo que me ocurrió con Stargate, no le pido calidad en sentido estricto, lo que le pido es que me entretenga y no defraude el cariño que tengo a sus personajes. Supernatural tiene esa magia de las series extensas, algo que pasó con Stargate, e incluso, en cierta medida con Doctor Who aunque ésta vaya variando su elenco.

Después de tantos años no buscas que te descubran una leyenda que enamore, como me pasó con la tan inquietante como sensacional historia de la la colonia de Roanoke (temporada 2), recuerdo que terminé el episodio tan encandilada que comencé a buscar información y me encantó descubrir cuánto había de misterio en la historia real. O las decenas de seres de leyenda que hemos descubierto gracias a la serie.

Después de tantos años no buscas que te sorprendan con el monstruo semanal. Pero la verdad es que a lo largo de casi quince años hemos tenido monstruos semanales bastante buenos. Supongo que os acordáis del changelings (temporada 3), en la tercera temporada conocimos a esos monstruos que se esconden en angelicales niños y a quienes sólo podemos ver como lo que realmente son a través de un reflejo. Aterradores. Supongo que sí os acordáis del Wendigo (temporada 1), es uno de los primeros monstruos de la serie. Otro especialmente horrible es el Crocotta (temporada 3) que puede imitar la voz de un ser querido incluso llamándote por teléfono para animarte a suicidarte y comerse tu alma. Y otros tantos, como cientos de fantasmas vengadores, perdidos o malvados, sirenas, cambiaformas, ghouls licántropos o vampiros. Aunque Arachne de Unforgiven (temporada 6) fue un monstruo que dio muchísimo miedo.

Después de tantos años no buscas que te sorprendan con algo más aterrador que un monstruo, como la pequeña Lilith (temporada , ese demonio con el rostro ensangrentado después de tener un encuentro con un perrito; el Doctor Benton rehaciéndose a si mismo con los trozos que le arrancaba a los demás; los arcángeles Zacharias y Michael o la cantidad ingente de encuentros que han tenido los hermanos con seres humanos que eran peores que los monstruos. De hecho, continuamos conociendo a personas horribles en las últimas temporadas, el mismo Nick es un tipo demencial y un psicópata y está libre de cualquier posesión.

Después de tantos años no buscas episodios que te sorprendan con algo como el osito suicida de Wishful Thinking o el zapato perdido de Sam en Bad Day at Black Rock y te hagan reír tanto como Tall Tales (temporada 2), Yellow Fever (temporada 4) o el impresionante Changing Channels. Aunque… claro que en la octava temporada tuvimos LARP and the Real Girl con Felicia Day y magníficas referencias al rol. Y French mistake o Pac-Man Fever tampoco estuvieron nada mal. 

Después de tantos años no buscas episodios que experimenten con las formas, como el blanco y negro de Monster Movie; la genial idea Ghostfacers en falso documental y sin que salgan apenas los hermanos; la versión del bucle temporal de Mystery Spot y otros tantos episodios innovadores… Aunque ScoobyNatural realmente lo hizo, realmente fue innovador y divertídismo.

Lo que quiero decir con todos eso «aunque», es que es verdad que la serie ha cambiado, pero también es verdad que sigue fiel a su espíritu.

Creo que globalmente la experiencia sigue siendo positiva, es otra diferente, pero no es mala. También es importante ese poso de cariño y de encanto que la serie ha ido ganando, no tenemos los guiones de antes, pero tenemos otra cosa, tenemos ese amigo al que puedes volver una y otra vez y que te conoce, y a quien conoces, quizás no es tan excitante como otras experiencias nuevas, pero de algún modo ofrece una serenidad y un afecto especial.

Creo que quienes continuamos fieles, estamos en una posición en la que vemos la serie sabiendo lo que esperamos, no buscamos giros de guión espectaculares, ni tampoco novedades o cliffhnagers espeluznantes cuando ponemos el episodio. Sabemos que de vez en cuando habrá un chorrisodio mejor o peor, sabemos que de vez en cuando harán un episodio independiente basado en alguna leyenda o temor popular y nos gusta porque funciona. No me puedo poner en la mente de todo el público, pero me atrevo a pensar que cuando sigues viendo la serie tras todos estos años es porque buscas el encanto confiable de sus personajes, lo que quieres es ver a los hermanos Winchester salvar a alguien o salvar el mundo otra vez. Lo que quieres es ver a Castiel siendo tan infalible como ingenuo y misterioso, lo que quieres es ver a Bobby 2.0, a Rowena, a Mary, etc.

Después de 300 episodios sabemos que la muerte no es el final, sabemos que incluso quien muere – cosa rara lo de morir de forma definitiva – puede ser recuperado de alguna dimensión paralela o cualquier parte. Sabemos que los hermanos se quieren, sabemos que siempre luchan el uno por el otro, sabemos que Cas siempre los vigila y que Mary es buena madre aunque su papel de madre no la defina. Sabemos cómo funcionan los cazadores y entendemos cada uno de los puntos que nos muestran en cada episodio.

La mitología de la serie está basada fundamentalmente en una mezcolanza de las leyendas occidentales unidas con las creencias judeocristianas, sin dejar de lado cierta inspiración en religiones paganas. El espectador da por bueno ese mundo que se han inventado, donde entendemos con la misma verosimilitud a un arcángel vengador y a un hombre lobo bondadoso. Y los hermanos son igual de capaces de enfrentarse a uno y a otro. Nos entendemos con la serie y comprendemos su status quo.

Sobra repetir que la serie no es la que era, que ya no hay episodios tan mágicos, que hemos perdido originalidad, giros de guión impresionantes, tramas que sorprendían constantemente,  seriedad y la fuerza de cada argumento. Hemos perdido todo eso, es cierto, las cinco primeras temporadas fueron únicas, ahora estamos viendo otra serie. Pero esta serie que vemos ahora, queda como un epílogo cuasieterno para aquellos que no queríamos despedirnos de Supernatural.  Para aquellos que no queríamos sacar a los Winchester de nuestras vidas, para quienes no estábamos preparados para dejarlos atrás.

Por cierto, y para terminar, Lebanon (el episodio 300) ha sido espectacular para los nostálgicos.