Crítica: Predator (2018)

Crítica: Predator (2018)

Ayer llegó a los cines la nueva entrega de la franquicia “Predator”, después de 8 años desde la última aparición del alienígena en cines con la decepcionante Predators. ¿Habrá conseguido la saga remontar el vuelo o seguirá cayendo en el abismo?

El film de Shane Black (quien formó parte del reparto de la película original) busca desmarcarse por completo del resto de obras de la saga y se marca una entrega que es muy fácil que divida a los fans tanto de la franquicia como del personaje. Black le ha dado un enfoque distinto a la historia, haciéndola más gamberra y simpática que tensa y violenta (el cual era el camino tomado en las anteriores) y como he dicho antes esto es algo que puede generar diversidad de opiniones pues los amantes más acérrimos de la casquería y el terror posiblemente queden decepcionados por la reinterpretación que le da el director a la serie.

De base nos encontramos ante la clásica historia del Predator llegando a la tierra y cazando por la razón X, que en este caso es recuperar su equipo del accidente y huir de otro Predator que quiere cazarlo a él. No innova argumentalmente pero añade elementos interesantes al lore y dispone de algún giro curioso a lo largo del metraje; sin embargo esta falta de originalidad en la trama la compensa con las ya mencionadas dosis de humor negro, que toman el protagonismo de la cinta y se vuelven el elemento protagonista de esta Predator. No busca inventar nada y tira de mucho cliché, pero dando la sensación de que es a posta, bailando en ocasiones en una fina línea entre el homenaje y la parodia del cine de acción de los 80’.

Pese a las buenas sensaciones que personalmente me ha dejado, si que hay un punto que me parece que resta bastante a la película: sus escenas de acción. No diré que sean malas, pero sí que a mi punto de ver son bastante escasas y sin ser especialmente espectaculares. Esto es algo que un film con una historia normalita y personajes genéricos consigue que en su conjunto Predator quede bastante coja.

Para quien no le importe el cambio de registro en la franquicia, le quedará una entrega de la saga entretenida y apta para pasar un buen rato, que mejora en relación a las últimas películas del personaje pero que a la larga no pasará a la historia del cine de acción. Una obra correcta con la que pasar un buen rato.