Review The Walking Dead: How It's Gotta Be

Review The Walking Dead: How It’s Gotta Be

La primera parte de la octava temporada no ha sido buena, han perdido la oportunidad de aprovechar una trama que podría habernos dado una tanda de episodios sensacionales y nos han hecho perder el tiempo y la ilusión con algunos capítulos muy flojos. Durante esta temporada hemos visto más episodios mediocres de los que nos merecemos y por eso es tan bienvenido un episodio como How It’s Gotta Be, que adolece de muchísimas taras, pero que en su última escena nos recuerda lo que nos puede hacer sentir la buena televisión.

Dejando de lado el impacto emocional de la última escena, preciosa también en lo simbólico y con un cuidadísimo juego de luces y sombras, el episodio no ha sido gran cosa. Pero el golpe de efecto es tal, que inmediatamente sube el nivel del resto del capítulo y lo que podría haber sido una midseason que deja un sabor de boca de trama inconclusa y demasiado larga, termina siendo un punto de inflexión en la serie.

Desde el cold opening nos han estado preparando para ese final, sorprendente pero cocinado a fuego lento con elegancia y buen hacer. Justo como deben hacerse las cosas, justo como merece un personaje como Carl. Y además, no lo han finalizado aún, nos dejan con este amargor durante el hiatus de casi dos meses. Así que mi sensación es más de sorpresa que de tristeza, me siento más atónita que herida y supongo que a lo largo de las semanas llegará la pena y cuando regrese la serie y veamos la despedida entre padre e hijo lloraré, como lloraréis muchos, con lágrimas que han pasado mes y medio esperando brotar.

Tal como he mencionado, el episodio ha ido cociendo la revelación final desde el primer minuto. Para empezar Carl da un discurso motivador a su padre, se muestra optimista y esperanzado en vivir en un mundo sin tanta sangre y si no fuera porque es Carl, muchos hubiéramos pensado que ese tono optimista y alegre es preludio de lo fatal (como pasó con Bob y otros tantos). Además, Rick pasó a un segundo plano, lo cual es llamativo al tratarse de una midseason finale, pero el padre dio paso al hijo, que durante el episodio tomó el liderazgo y se mostró como un joven valiente y decidido en el enfrentamiento con Negan.

Negan tiene dos enfrentamientos con los hombres Grimes, el hijo le hace dudar y por un momento no estamos viendo a Carl ganando tiempo para que los demás escapen, si no un duelo entre el héroe y el villano. Lo cual es otro indicativo sutil de que se acercaba el final.  Carl le dice a Negan que no quiere morir, pero que acepta su propia muerte si ello significa salvar otras vidas y finalmente, no sabemos exactamente cómo, hace justo eso y muere por los demás… aunque no sepamos por quién ni cómo, sabemos que dedicó sus últimas horas de vida a salvar a su gente. Es maravilloso, incluso visualmente brillante, ver al joven Grimes corriendo entre el humo por los restos de Alexandria, con las casas ardiendo y sus granadas de humo sumando caos a la situación. Así sí, así se hacen las cosas y da rabia que una serie que sabe hacerlo bien, pase tantos episodios haciéndolo mal.

La estructura de la temporada es un desastre y en este episodio han continuado confundiendo al espectador con esa inexplicable obsesión que tienen los guionistas de no contar nada de una vez. Una escena es una unidad de tiempo, espacio y acción y las rupturas espaciales quiebran la escena, de manera que cualquier secuencia de la narración pierde todo su poder si continuamente la rompen para desplazarnos a otro escenario donde está pasando otra cosa. En menor y mayor medida están haciendo esto desde el primer episodio de la octava y no sólo resulta confuso si no también molesto.

No sé si se producen rupturas temporales, además de las citadas espaciales, porque no existe ni un solo indicativo del tiempo transcurrido. Sabemos que los personajes se desplazan, pero no conocemos las distancias exactas entre los puntos, así que aunque podemos decir que ha pasado el tiempo suficiente para que Negan llegue a Alexandria, no sabemos si se trata de dos horas o dos días desde que salieron del Santuario. Parece que Rick llega de día al Santuario y anochece antes de que llegue a Alexandria, pero esto podría funcionar así en un lapso de una hora o 15 horas. Tampoco sabemos cuánto tiempo ha durado el sitio del Santuario, aunque si estaban temiendo quedarse sin recursos, suponemos que al menos cinco o seis días…. aunque nada más indica que haya transcurrido tanto tiempo. Quizás parezcan detalles sin importancia, pero creo que si no sabemos qué está pasando, dónde está pasando y cuándo está pasando, no sabemos nada.

Si supiéramos algo más sobre el desarrollo temporal, sabríamos  lo que ha pasado con Carl. Hace dos episodios, Carl luchó contra varios walkers junto a Siddiq, aparentemente no hubo consecuencias fatales tras ese enfrentamiento, pero quizás se produjo ahí el ataque, pues lo cierto es que Carl parece algo enfermizo en la primera aparición que tiene en este episodio y se muestra de forma demasiado temeraria ante Negan, como si verdaderamente no tuviera nada que perder. También es posible que el ataque se haya producido mientras intentaba llegar a las alcantarillas, quizás algún walker se adentró en Alexandria antes de que Carl llegase al desagüe y quizás por culpa de las granadas de humo no pudo repeler  al walker.

Las escenas de Carl han sido sensacionales, especialmente la mencionada en Alexandria y la foto final en la alcantarilla. Pero no sólo de Carl vive la midseason y creo que el episodio ha tenido unos últimos veinte minutos magníficos, que compensan el mal sabor de boca del resto y ahí incluimos la pelea entre Negan y Rick y ese momento en el cual Rick sostuvo a Lucille y no la usó para reventar el cráneo del tipo que en ese momento yacía en el suelo.

Alexandria en llamas me ha encantado, la victoria descomunal de los salvadores que sólo sirve para que saboreemos más la derrota que se avecina me pone el vello de punta y habernos centrado como foco principal en Alexandria me parece magnífico, aunque no hayamos perdido de vista las tramas de Hilltop y Kingdom.

Me gusta que Daryl y Tara piensen que son los culpables de que Negan haya escapado, los actos tienen consecuencias e incluso Daryl debe entenderlo de una vez. La alusión a esa culpabilidad está bien, aunque finalmente descubran que fue todo culpa de Eugene. Por cierto, Dwight se revela como el traidor en una escena bastante buena, entre eso y la fuga de Gabriel y el médico, supongo que Eugene ya podrá dormir tranquilo.

Todas las tramas han acelerado en este episodio, que aunque no ha sido conclusivo (pues de facto nada ha terminado), nos da un adelanto y nos sitúa más cerca del final. Suponemos que Ezekiel se está sacrificando de alguna manera para retener a los salvadores mientras su pueblo se refugia en un lugar seguro, suponemos también que Morgan piensa intervenir en lo que sea que pasa en Kingdom y creo que podemos suponer que ninguno llegará vivo a la novena temporada. Por su parte, Enid, en un alarde de estupidez mata a la abuela de Oceanside,  supongo que este suceso que debería terminar con la muerte de la niña y de Aaron, pero finalizará con algún tipo de acuerdo con las mujeres.

Maggie por fin usa su ventaja y en un fantástico golpe de efecto, mete a un savior en un ataúd y pide a sus hombres que lo coloquen allá donde pueda ser encontrado. Me ha gustado que dispare precisamente ella y que lo haga a sangre fría y sin sensiblerías baratas.

Reconozco que me ha parecido cutre ver como Simon dispara a un red shirt y nos intentan convencer que su muerte es súper dolorosa para Maggie. Creo que no hubiera pasado nada si Simon dispara a Jerry, estamos en un punto en el que muy pocos personajes son imprescindibles y la sensación de que no sufren verdaderas consecuencias por liarla como la lían continúa persistiendo tras lo visto en How It’s Gotta Be. Pues por el momento sólo hemos sufrido una perdida en el elenco principal, muy importante, pero sólo una.