Tras un pequeño descanso la semana pasada, vuelve “The Flash” con el esperado regreso de uno de sus villanos más monos, que por si alguien se ha perdido (mal, muy mal) es el gorila Grodd, que la temporada pasada fue enviado al exilio a Gorilla City en Tierra-2 por Flash.

El punto de partida viene a ser el cliffhanger del anterior episodio, sólo que algo más detallado: Grodd ha secuestrado al Wells de Tierra-2 y Jesse viaja al universo de Barry y el Team Flash para pedirles ayuda y poder rescatar a su padre. La vuelta de Grodd a escena era prevista por el equipo gracias a los titulares que consiguieron en su flashforward a la muerte de Iris en el que hablaban de un ataque a Central City por parte de gorilas. El secuestro de Wells añade un punto más de interés al grupo al ser este personaje capaz de crear portales entre universos, así que no hay muchas dudas por parte de los personajes a la hora de ir a Tierra-2 a salvar al padre de Jesse.

Se produce una división de personajes: mientras Iris, Wally, Jesse y H.R. se quedan defendiendo Central City; Barry, Cisco, Caitlin e “Indiana Jones” Julian viajan a Gorilla City a liberar a Wells. Destaca la presencia in-extremis de Julian, que aunque parece que se ha integrado bastante bien en la dinámica de grupo de la serie, la verdad es que me parece que su relación con Caitlin ha evolucionado demasiado rápido, no hay que olvidar que Julian se incorporó al Team Flash después del parón navideño y que ambos personajes empezaron a interactuar en el 3×08.

Volviendo a los hechos de Gorilla City, tardan bien poco en caer en una trampa en la jungla y ser apresados por Grodd, que para sorpresa de todos sus intenciones no son atacar Central City, sino evitar que Solovar lo haga. Para poneros en situación, Solovar es el gobernante de Gorilla City y por lo visto no lleva nada bien que los humanos aparezcan por sus dominios. Grodd ofrece un trato a Barry: él los libera si Flash consigue matar a Solovar, logrando entonces que Grodd ascienda al poder. Con muchas reservas Barry acepta y reta a Solovar a un combate por su libertad.

Tenemos un enfrentamiento en croma algo cutre en el que Barry vence al Rey de Gorilla City sin matarlo y la previsible traición de Grodd, que sólo quería llegar al poder para regresar a su hogar en Tierra-1 al mando de toda una nación de gorilas inteligente. Yo creo que a nadie le ha pillado de sorpresa nada de lo que ha pasado, tal vez yo creo que lo único que se ha salido del guión es que Grodd no haya atravesado el portal que abre Cisco para escapar.

Hay varias cosas que no me han cuadrado en la huida: ¿Por qué Grodd siendo telépata no sabía que Barry estaba vivo? ¿Si Wells es capaz de abrir portales gracias a su tecnología por qué viaja Cisco con ellos? Y por último ¿Cómo narices ha llegado a parar Gipsy en las manos de Grodd? Esta última es muy probable que se resuelva la próxima semana, ya que todo a punta a que ella será la encargada de llevar a Grodd y su séquito a Tierra-1. Muchas preguntas que deslucen un poco a un muy buen capítulo.

El grupo que se mantiene en Central City tiene una trama bastante secundaria pero que como relleno consigue cumplir, y es en la fase en la que se encuentra la relación de Wally y Jesse ahora que ambos son velocistas. Al igual que H.R tengo ganas de ver la conversación entre Wells y su hija en la que ella le diga que se queda en Tierra-1. Me ha gustado la bienvenida a Wells en Tierra-1 y cómo le intentan explicar la presencia H.R. a pesar de que no aporta nada al grupo, un momento bastante cómico que no le ha sentado mal al episodio.

Muy buen capítulo que ha cumplido con creces las expectativas puestas en él y que encima sirve de preámbulo de la gran batalla que se avecina para la semana que viene con todos los personajes de la serie en Central City y el ejército de Grodd. Hay ganas de ver el próximo, que huele a que será el episodio grande de este tercio de temporada previo al tramo final.