Crítica «Animales Fantásticos y dónde encontrarlos»

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El pasado viernes se estrenaba la precuela de Harry Potter, Animales Fantásticos y dónde encontrarlos; con guión de la propia JK Rowling y dirigida por David Yates, que ya dirigió las cuatro últimas películas de la saga. Había mucha expectación con esta cinta, primero por ser la vuelta al mundo mágico (quitando la publicación de El legado Maldito, porque no lo firma la autora y (yo he decidido que) no es canon); y segundo, por ser la primera vez que los potterheads íbamos a ver contenido nuevo sin tener una novela de base, ya que el libro que se publicó hace años es más una enciclopedia de bichitos mágicos que una historia como tal. ¿Queréis saber qué nos ha parecido?

Nueva York. 1926. Newt Scamander (Eddie Redmayne) se baja de un barco con una maleta llena de criaturas mágicas y sin saber muy bien cómo, se ve envuelto en un escándalo con el MACUSA, el ministerio de magia norteamericano. Allí es donde trabaja Tina (Katherine Waterston), exauror que lucha por recuperar su anterior estatus y que se verá obligada a cuidar de Newt y su accidental compañero muggle (perdón, nomaj), Jacob.

Lo primero de todo, la película me ha gustado bastante. Es puro entretenimiento, y una gozada visualmente. El Nueva York clásico siempre es un gran destino que visitar, y mezclado con el mundo mágico nos regala un abismo de posibilidades; y las criaturas fantásticas que dan nombre a la película son espectaculares. Os aseguro que todos saldréis de la sala de cine queriendo un escarbato (que ya conocíamos de los libros), un bowtruckle o un thunderbird. He de decir que al principio le cuesta un poco arrancar, pero en cuanto sienta las bases es un film que hará pasar un buen rato tanto a fans de la saga como a aquellos que no lo son tanto.

Afortunadamente, la película no es solo eso, sino que ahonda en temas un poco más profundos (todo el concepto del obscurus es brillante), centrándose en el hecho de cómo nos tratan los demás por ser diferentes, ya sea a Newt y su parcial falta de habilidades sociales que le llevan a estar mucho más cómodo entre sus criaturas que con otras personas; o Credence y los niños de los Segundos Salemitas, obligados a reprimir parte de lo que les hace ser ellos mismos. “Animales Fantásticos” es capaz, además, de plantear las bases de una historia, con el alzamiento de Grindelwald, que nos da a los fans material jugoso con el que teorizar, lo cual no ocurría desde los tiempos previos a la publicación del último libro, y que sin duda cobrará protagonismo en las secuelas. Y sí, pequeño spoiler, tendremos a Dumbledore.

Quizás lo que más me falla son los ticks de Eddie Redmayne, que en ocasiones me hacía pensar que estaba viendo a Stephen Hawking blandiendo una varita; aunque su Newt es un personaje muy tierno y sí apetece conocerlo más. Tina aguanta bien el peso de ser coprotagonista, aunque los verdaderos amos de la función son Jacob y Queenie. El primero, porque aunque podría haberse quedado en un Sancho Panza payasete, consigue con dos gestos ser el nuevo favorito de la función además del alivio cómico; y la segunda, porque tiene la capacidad de enamorar al público con una sola escena con esa mezcla de empatía y fragilidad.

Es muy fácil pasar un buen rato con esta película. Han conseguido un buen acercamiento a este mundo mágico tan familiar pero del que aún nos quedan tantas cosas por averiguar, y en definitiva, sienta las bases de la que puede ser una gran saga. Por ello, solo me queda decir Draco Dormiens Nunquam Titillandus.